Saludos y bienvenida

Aquí empieza mi historia diaria como Reina Guerrera, advierto a los pusilánimes y cortos de miras, a los que sufren la dolencia del puritanismo, que leerán las palabras de una mujer completa, dura y a la vez tan dulce que pica los dientes, pero también los rompe...
Luego no vengan con quejas, si quieren quédense y disfruten conmigo, nadie les obliga a leer.
Un saludo y tened mi compañía, aunque no siempre la visita a vuestros Palacios será de cortesía.
Todo lo aquí escrito es fruto de la fantasía de la autora, cualquier relación con la vida real, es pura coincidencia (¿o no?)


sábado, 12 de diciembre de 2009

Un día no como tantos

Mucho tiempo ha pasado ya querido diario, muchas lunas desde que acaricie por última vez con mi pluma vuestro poroso rostro. Hoy regreso a dibujar sobre tu cuerpo infinitas letras pero esta vez, esta vez no podré dejar de manchar vuestras ojas con agua salada, líquido divino no procedente de algún mar lejano donde pudimos haber desarrollado alguna nueva aventura, agua salada de mis ojos, porque lo que debo contaros amado diario, aún no ha sucedido, sin embargo ya ha sido escrito en las hojas del destino, hoy sabrás de mi más catastrófica derrota, hoy me sabrás traidor, débil, pequeño; hoy conocerás las anti-virtudes que tiene vuestro general, hoy escribiré un futuro jamás pensado por mi, pero antes debo poneros al día porque mucha agua ha corrido bajo el puente y cosas pasadas debo antes contaros:
Mi reina viajó, muy lejos se fue llevándose consigo nuestros amados hijos, tatukovik mi valeroso amigo también partió, al haber cumplido su misión. Mucho tiempo ha transcurrido y muchas cosas han cambiado, grandes guerreros han muerto en batallas unos, por la daga del tiempo otros y hemos quedado muy solos los legendarios caballeros de epsilon, las tácticas de guerra no son las mismas ya, hoy debemos esforzar nuestro ingenio para atravezar las fabulosas murallas ideadas por los más eruditos arquitectos ... Mucho ha cambiado ... Mi amada reina hoy es más poderosa y amada que nunca, en otros mundos extendió su poder y magnetismo divino, hoy con dioses se reune a cuidar y encausar las conductas de aquellos mortales que olvidan las sagradas escrituras, hoy mi reina ya no es mi reina ... Hoy es algo mucho mayor, hoy es mi diosa y la de muchos más, hoy su brillo opaca nuestra pequeña existencia, ella está con nosotros nos acompaña y guía, a nosotros y los otros, hoy mi reina vive experiencias que este pobre general no comprende pero admira.
I-H ha crecido y ha reunido lo más granado de epsilon, los guerreros y guerreras que hoy nos acompañan han demostrado ser los mejores entre los mejores, el objetivo de I-H se ha cumplido: la realeza ha plagado nuestras filas, reyes y reinas, príncipes y princesas se han sumado a nuestro sueño, con ellos también han llegado un cúmulo de pasiones, sentimientos, deseos y ambiciones ... y la guerra ... Nuestro poder provocó la envidia de otros pueblos y guerras fueron declaradas en nombre de Hécate ... Hasta aquí querido diario he resumido lo pasado y prometo luego retomar el relato y explatarme en las grandes historias ya vividas pero ahora es momento de hablar del futuro, mi humanidad esta partida, mi alma triste y mi razón confundida, las prolongadas luchas han dejado en mi piel marcas dolorosas y un indescriptible cansancio; pero ello no es freno para servir a Hécate y a mi reina ... La partida de mi amada hacia otros mundos, su crecimiento en las artes divinas, su experiencia y sabiduría ha golpeado como su legendario látigo en lo profundo de mi alma creando una herida de la que salen horribles alimañas: los celos de verla disfrutar con otros experiencias y aventuras; la codicia que me hace quererla sólo para mí sin entender que no existe ni existirá ser humano o divino que algún día pueda enlazar su delicado cuello con las cuerdas de la pertenencia; la trequedad que confunde mi verdadero sentir ... Todas estas alimañas brotan por aquella herida y me transforman en otro ser distinto al que era ... Todo lo que os cuento amado diario hace que mi razón confunda premisas y falle en sus conclusiones el espejismo del egoísmo me hace cometer errores imperdonables.
Pero los dioses son sabios y me han bautizado Zarathustra como aquel profeta y como aquel emprenderé mi retiro hacia la caverna del ermitaño comenzare una vida de solitaria meditación esperando que los dioses me iluminen y quiten de mis venas ese veneno que oscurece mi sangre y confunde mi corazón, emprendo hoy mi viaje hacia el silencio absoluto esperando así poder escuchar la verdad, hoy camino rumbo a la oscuridad total para así volver a agradecer a los dioses hasta el más mínimo de los destellos, se que me entenderán aquellos que me conocen ...