Saludos y bienvenida

Aquí empieza mi historia diaria como Reina Guerrera, advierto a los pusilánimes y cortos de miras, a los que sufren la dolencia del puritanismo, que leerán las palabras de una mujer completa, dura y a la vez tan dulce que pica los dientes, pero también los rompe...
Luego no vengan con quejas, si quieren quédense y disfruten conmigo, nadie les obliga a leer.
Un saludo y tened mi compañía, aunque no siempre la visita a vuestros Palacios será de cortesía.
Todo lo aquí escrito es fruto de la fantasía de la autora, cualquier relación con la vida real, es pura coincidencia (¿o no?)


martes, 5 de mayo de 2009

Determinación final

Mucho he meditado en esto tiempos de cambios.
La vida a dado una vuelta de tuerca más a mi presente y futuro inmediato.
En el trascurso de estos días, vi caer Grandes Soldados, algunos viven maltrechos, otros yacen muertos y enterrados..
Mil ideas bullen en mi mente.
Una bestia negra alberga en ella y me hace tener ideas obsesivas de muerte, sangre y batalla.
Quiero salir a la contienda y sembrar el terror, segar vidas, arrasar, quemar...
Necesito volver a sentirme viva dando muerte.
Reúno a mis ejércitos y vamos a la caza, todos los objetivos con más de 5000pts en Generales.




Está anocheciendo cuando vuelvo a casa, mi ropa esta llena de sangre y apesta a cadáver. Estoy cansada pero en paz conmigo misma, la semilla que empezaba a nacer en mi interior, ese demonio rojo asesino ha sido aplacada con numerosas víctimas.
Me siento algo mareada y mi estomago quiere jugar a saltarse las normas éticas de una Dama, retengo lo que se avecina.
Apenas me da tiempo de poner un pie en mis Dominios cuando me avisan de un ataque por mar...

Uno de los soberanos vencidos me devuelve la visita.
Que sea bienvenido a mis Tierras.


Poca carne para esta Reina, todo acaba en una simple ronda.
Un vahído me nubla la vista y el mundo se vuelve blanco luminoso ante mis ojos. noto que caigo y el suelo me parece agradablemente acogedor, antes de cerrar los ojos y dejarme llevar a ese paraíso del olvido, creo oír gritos hacia mi persona...
Luego todo se vuelve PAZ, al fin...