Saludos y bienvenida

Aquí empieza mi historia diaria como Reina Guerrera, advierto a los pusilánimes y cortos de miras, a los que sufren la dolencia del puritanismo, que leerán las palabras de una mujer completa, dura y a la vez tan dulce que pica los dientes, pero también los rompe...
Luego no vengan con quejas, si quieren quédense y disfruten conmigo, nadie les obliga a leer.
Un saludo y tened mi compañía, aunque no siempre la visita a vuestros Palacios será de cortesía.
Todo lo aquí escrito es fruto de la fantasía de la autora, cualquier relación con la vida real, es pura coincidencia (¿o no?)


jueves, 2 de abril de 2009

La Diplomacía es más dura que la Batalla

Me derrumbo en mi lecho agotada...
Fue realmente una jornada dura, nada de batallas y contiendas, la maldita diplomacia acabará conmigo.
Ayer cambió la luna, todo estaba alterado y los comportamientos habituales se habían trasformado en hechos anormales.
Todo comenzó cuando nos empezaron a llegar mensajes pidiendo ayuda de miembros canteranos de la Alianza, les atacaban desde varios frentes y por poderosas Alianzas, comencé a mover mis hilos habituales, contacto directo con los atacantes, algunos dieron resultado, otros no.
Vuelta a empezar... Nuevas misivas... No contestan, terceros mensajes con tono levemente amenazante:
"Hola buenas noches, ¿te gusta coger canteranos de granja?
A mi también, sobre todo para cenar...
Nos vemos"
Nada, sigue el silencio, recurro uno de los casos a un aliado amigo, no quiero conflictos con la Alianza implicada, me es grata en sus ideales...
En media hora se resuelve al descubrir que al jugador le atacaban por no donar en las Islas, me mintió en los motivos, podíamos habernos metido en una Guerra estúpida, le comunico que no le defenderemos por no ser noble.
Quedan los casos más peliagudos, no puedo contar con mi Líder ni mi General, uno anda de misión y el otro está desaparecido... Esto hace que mis preocupaciones se multipliquen, siento que mi marido está en peligro.
¿Ataco? ¿Espero?
Va pasando el día y llueven las misivas, se han duplicado los ataques.
Es el momento de actuar con algo más que palabras...
Acudo a mis astilleros de guerra y doy ordenes precisas, partimos a la batalla.
Elijo un guerrero cercano pero poderoso, hay que dar ejemplo, luego haber si pregunta el por qué.



Pobre botín, apenas mandé barcos, era un aviso.
Por ahora pararon los ataques...
Es la calma que precede la tempestad.
En medio de la noche me despierta un sonido apenas perceptible, alguien se desliza sigilosamente por mis aposentos, mi cuerpo se tensa y saco con cuidado el puñal que guardo debajo de los almohadones.
Intento que mi respiración sea la de una mujer dormida plácidamente, una sombra empieza a dibujarse en mis sabanas, estoy pronta a saltar cuando una voz, harto conocida me detiene:
-Soltad ese cuchillo Señora, podríais haceros daño.-
¡¡Era mi General!! ¡¡Estaba en casa sano y salvo!!
Me tiré a sus brazos y le abracé emocionada.
-Hay mi Señor, temía tanto por vos...-
Chascó la lengua, con un sonido despreocupado y llenó mi cara de besos que apenas me rozaban la piel.
-Os preocupáis sin motivo, estoy bien, aquí me veis...-
Si le veía... Pero al abrazarle noté que no era como siempre, algo extraño fluía de su interior y un olor desconocido le envolvía... ¡¡Olía a otra hembra!!
La bilis comenzó a subirme y la rabia destellaba en mis ojos. ¡Yo preocupada y él andaba en brazos de otra!!
Calmé mis ansias de arañarle la cara por falso y fingí una ternura hacia él, que lejos estaba de sentir en ese momento, estaba probando mi propia medicina y cuan amarga era.
Apenas hablamos, él decía estar agotado, yo simplemente me mordía la lengua con rabia.
Se durmió en unos minutos, yo hacia vigilia mientras acariciaba mi daga...

UN DIA EXTRAÑO

... Observo los movimientos de la vegetación desde la ventana de mi alcoba, por primera vez en esta vida siento el miedo en mi piel, que sensación indescriptible, como pudieron atraparme de esa manera, mujeres salvajes, pensé que todas ya las había adiestrado mi amada, fueron cinco, seis siete mujeres que de a poco y con una habilidad única me prepararon para aquella terrible hembra que no pude mirar a los ojos pero que en un instante devoró todas mis fuerzas y luego me arrojó a la calle como un despojo...
El terror se justificó al recordar en mis sueños un suspiro a penas perceptible de aquella mujer amenazando "...acostúmbrate..."
Trataré de vencer esa sensación todo está extraño en mi, hace mucho que no siento la sangre ajena correr por mi piel, extraño el sabor de la muerte de mis enemigos, pero hoy en mis dominios todo está mal ...
De pronto veo, en el sector de entrenamiento de mis soldados, un grupo de no menos de 100 hoplitas, de rodillas en pose de reverencia hace el extremo oeste de mis murallas, desesperado mi respiración se aceleraba, no podía comprender lo que sucedía pero debía poner fin a este hechizo, todo en mi está maldito ... con paso acelerado voy descubriendo detrás de los extraños hoplitas a un ser horriblemente débil y espantoso, esa maldita cabra que había traído mi consentido Fermín, a su lado el propio Fermin haciendo las veces de mano derecha de la cabra, me quedé boquiabierto ante semejante espectáculo, todo esto no es propio del General Zarathustra, donde está el guerrero, donde está el digno hombre de MadreWicca, transformado en un caminante inofensivo de Epsilon, meditando, paseando, dejándose secuestrar por doncellas, y ahora con un ejercito que le rinde homenaje a una cabra con botas...
Me acerco a la cabra e inmediatamente el animal me mira como esperando de mi un gesto de sometimiento, el atrevimiento de este bicho era total, me acerco aún más y clavo mis ojos en los suyos, la atrevida cuadrúpeda observó sobre mi cabeza, como si pudiera distinguir los cuernos que ya me empiezan a pesar, siento como un hoplita obeso contenía una carcajada, dentro de mi se despertó una ira terrible, me encontraba luchando contra poderes desconocidos para mi, tomé a la cabra por sus pequeños cuernitos la elevé por los aires la arrojé al suelo y cuando intentó correr introduje mi pie con una poderosa parada entre sus patas traseras...
-FUERAAAAAAAAAAAAAAA MONSTRUOOOOOOOOOOO.-
El animal se detuvo, me miró, giró sobre si mismo y se marchó orgulloso rumbo a su antiguo hogar...
Inmediatamente puse a mi tropa a entrenar, habían perdido mucho estado físico, pronto arribarían mis fuerzas de choque para sumarse a este puñado de hoplitas ... trataré de volver a ser el de antes, siento que mi Reina no está satisfecha sólo conmigo y eso no lo puedo tolerar.-
Pero no podía de pensar en aquella ninfa que me poseyó, que violó mi cuerpo y mi alma, que extrañas fuerzas se escondían entre esas larguísimas extremidades...
Trato de pensar en otra cosa ... es que mi Reina ya no me ama como antes, es que esta nueva experiencia pudo haberme marcado tanto...
Esta noche me ocultaré en las sombras y trataré de poseer a mi Reina mientras duerme...