Saludos y bienvenida

Aquí empieza mi historia diaria como Reina Guerrera, advierto a los pusilánimes y cortos de miras, a los que sufren la dolencia del puritanismo, que leerán las palabras de una mujer completa, dura y a la vez tan dulce que pica los dientes, pero también los rompe...
Luego no vengan con quejas, si quieren quédense y disfruten conmigo, nadie les obliga a leer.
Un saludo y tened mi compañía, aunque no siempre la visita a vuestros Palacios será de cortesía.
Todo lo aquí escrito es fruto de la fantasía de la autora, cualquier relación con la vida real, es pura coincidencia (¿o no?)


lunes, 13 de abril de 2009

Operación "...si la miras te quemas..."

Debí ausentarme del palacio de mi reina, su estado ya no era tan crítico luego de los trágicos incidentes ocurridos días atrás, sin embargo su sensibilidad se encontraba a flor de piel, noté como cuando me marchaba intentó ocultar sus pechos detrás de una sábana, la que lograba sostenerse sobre su cuerpo debido al terrible frío que erizaba su piel y otras cosas ... me marché riendo bajo ante el impensado pudor que demostrara mi amada en una situación tan infantil.-
Precavido dejé al pequeño Fermin, mi querido aprendiz quien con su pequeñez podría ocultarse y controlar que todo esté en orden...
Cabalgo rápidamente por las laderas del volcán, llego a mi pequeña colonia donde se encontraban reunidos todos mis generales, chequeamos la tropa, preparamos estrategias para eventuales batallas y cerramos otros asuntos de estado, planeamos la estrategia de promoción para el levantamiento de la moral de los soldados y de apoyo económico de nuestros más acaudalados burgueses quienes ya se encontraban abriendo nuevos puntos de venta en lugares remotos de Epsilon ...
De pronto, no habiendo transcurrido aún ni cinco horas de que partiera del palacio de mi amada, Fermin acude como un rayo ante mi, con una mirada de pánico logra atraer mi atención y nos alejamos del grupo...
-...Horror mi Señor, lo peor ha sucedido ...
A duras penas podía tragar saliva, sus ojos no habían podido parpadear desde su arribo por lo que sus globos oculares permanecían casi secos, de un golpe en la sien con mi palma extendida logré que los humedeciera ... Plaf.-
-Habla pequeña protuberancia del suelo no ves que el tiempo es valioso
-Señor ..... señor .... estaba yo oculto tras las grandes estatuas de Odin que se encuentran en los preciosos jardines de MadreWicca cuando vi una sombra ... rápida como la luz, que atravezaba todo el camino hasta el palacio ... perdiéndose dentro ... mi corazón casi explotó, empuñé la daga que me habéis obsequiado y traté de interceptarlo, su paso no dejaba rastro, se encontraba encapuchado, pero logré intuir su dirección ... los aposentos de la Reina, al llegar la puerta estaba a penas abierta y logré escabullirme por el espacio que dejaba ... una vez dentro de ese magnífico recinto advertí como esa tenebrosa figura observaba con ojos lascivos a vuestra señora que se encontraba recién dándose un baño, traté de continuar observando, lentamente rodee al intruso para tratar de distinguir su rostro, el brillo de su lengua que con un movimiento perverso mojaba sus labios me horrorizó y mis ojos se cegaron al ver dentro del baño a la reina absolutamente desnuda, rápidamente di un grito incontrolable y tapé mis ojos con todas mis fuerzas ... lo que oí luego fue a vuestra señora que gritó y puso en fuga al atrevido invasor ... me llamó tiernamente al verme de rodillas y con los ojos cubiertos "...ya puedes abrir tus ojos pequeño Fermin..." me dijo dulcemente, la miré a la cara y su expresión era la de aquellas mujeres que han revelado un secreto prohibido: "...cuenta lo sucedido a tu señor yo debo salir a vengar mi honor...", cuando estaba saliendo de su habitación vi en el suelo una moneda de plata, en su cara tenía una inscripción "ROMA" ... sin dudas mi señor el espía vino de esa ciudad, y por lo preparado y profesional que fue en su faena me atrevo a afirmar que proviene de los dominios del Gran Ner...".
-Bien hecho pequeño, habéis cumplido un servicio muy valioso ahora ve y descansa un poco, pronto saldremos.-
Seguramente mi amada ya se encontraba en plena batalla, la conozco demasiado para dudarlo, sin embargo, hacerlo sin antes consultármelo es una imprudencia absoluta, más aún con la ira del momento ... Deberé apoyar su decisión.-
Al llegar al palacio de mi adorada mujer, la encuentro recostada sobre las escalinatas de marmol del ingreso principal, la sangre bañaba los lustrosos bloques ... más alejados cientos de hoplitas maltrechos y cabizbajos, la tomé entre mis brazos y la llevé a los baños reales ordené que la asearan y le dieran sus curaciones, marché rápidamente a mis cuarteles, al llegar mi ejercito ya estaba listo, antes de abandonar los dominios de mi reina me reuní con el almirante de su poderosa flota y le ordené que apoyara mi inminente embestida, ellos llegarán a tiempo para permitir el ingreso de mis soldados...
Tres ráfagas de soldados excesivamente sedientos de sangre y venganza partieron a Roma ... Nos encontramos con una defensa divina, las unidades boketeras trabajaban como nunca tratando de vencer la muralla más poderosa a la que nunca antes se habían enfrentado en lo alto de la torre más alta observaba el gran Nerón, general y sobrino del poderoso Ner... el enfrentamiento se prolongó por seis largas batallas, terminando así con la resistencia y clamando la victoria y venganza, sin embargo, ante el honor demostrado en batalla no se permitieron la carga de los barcos de saqueo, sólo cada uno llevó en sus alforjas lo que pudieran en modo de honorarios y premios por su victoria ...
Mientras mis soldados terminaban de recorrer las calles de roma demostrando su poderío a modo intimidante, yo permanecí fuera de las murallas y me dirigí a beber agua de las famosas vertientes que abastecen la ciudad, al agacharme a beber un trago, siento unos pesados pasos ... era el mismísimo Ner... habló:
-...Que triste este día General Zarathustra, aún no comprendo el motivo de estas innecesarias batallas, podrías si es de vuestro beneplácito, hacerme comprender vuestras, seguramente validas, razones..
-Mi estimado y magnífico Emperador, vos sabéis bien los motivos, alguien de tu ciudad se ha llevado del palacio algo que no le pertenece, ha robado algo más preciado que la vida misma, ha robado una imagen que sólo pocos están autorizados a contemplar, mi Reina ... tu me entiendes...
-La verdad no mi noble General, sin embargo no descansaré para probar vuestro error, y si ha pasado realmente, aunque no haya sido de mi parte, también me siento culpable por haber permitido que de esta isla haya partido ser tan despreciable... id en paz General Zarathustra, vuestra es esta victoria.-
Me marché a rearmar mi ejercito, seguramente tendré más acción en estos días ... cuantas intrigas me dejó este noble caballero, espero tenerlo de amigo en el futuro...

La Reina cae

Por fin me han hecho doblar la rodilla, esta Reina ha sido vencida por un Gran Guerrero.
Ayer pillamos un espía en uno de mis Palacios, la amenaza venía de una Isla no muy cercana, acudí allí y vi los habitantes, al día siguiente haría una visita más formal.

Y fui y perdí, esta batalla se la dedico a mi oponente, que demostró ser un caballero en sus misivas durante la afrenta.
Aprendí la lección, gracias.


Samsara

Las noticias vuelan, mi Embajada se llena de misivas dando la enhorabuena por el nuevo Reino, otras son curiosas, algunas amenazantes, suena divertido...
Una de la alianzas mas poderosas de Epsilon, KAM, me dedica una batalla propia del mismísimo Olimpo, me llena de satisfacción, mis compañeros Perros Ikariam también se unen a desearme la nueva buena, les remito cartas dando las gracias a todos.
Paso la mañana solucionando problemas de estado, al mediodía la situación es caótica y reclamo la ayuda de mi General, acude presto, pero nos vemos abrumados por el exceso de obligaciones.
Cayendo la tarde llega a Palacio una antigua compañera de fatigas, mi hermosa y luchadora Samsara, según me vio, hizo una graciosa inclinación y corrió a besarme.
-¡Sois Líder! ¡Lo hicisteis! Admiro vuestra valentía.-
La abracé con fuerza, apreciaba su trato y su charla.
-Cuanto me alegra veros, estaba deseando ver una cara amiga, llevo demasiado tiempo solucionando problemas y organizando cosas. Necesito una charla amena de mujer a mujer.-
El General también saludó a la visitante con gesto amable, apreciaba a su valiente marido tanto como a ella, más nos dejo solas, sabía que necesitábamos contarnos muchas cosas.
-¿Y como va todo en la Antigua Alianza?-
-La he dejado Madre.-
La miré extrañada.
-¿Por qué Samsara? Allí os trataba bien.-
-Hay mi Reina.. ¡¡Os echaba de menos!.-
Su cumplido me turbó, no sabia que causaba ese efecto en la gente.
-Yo.- Continuó con un hilo de voz.- Me gustaría que me aceptarais en esta...-
-Pero sabéis lo que prometió el General, ¿verdad?-
-Si, pero asumo el riesgo...¡Quiero correr aventuras con vos! Oír vuestras sabias palabras, aprender, ¡ser Guerrera!-
-Entiendo... ¿Y vuestro marido?-
-Él continua allí...-
Eso me entristeció, era un buen hombre, no quería verles separados, pero los ojos de Samsara me gritaban su deseo.
Medité unos minutos, al fin levante la cabeza y la mire decidida.
-Esta bien, podéis quedaros.-
Mi amiga empezó a saltar de alegría y casi me tiró con un abrazo de oso, era una mujer fuerte.
-¡Gracias, gracias! No os arrepentiréis.-
-Eso espero compañera, mandar traer vuestra pertenecías y acomodaros.-
Cuando ya salia toda llena de jubilo, la volví a llamar:
-Samsara.-
Ella se volvió con una gran sonrisa en los labios.
-¿Si mi Reina?-
-Desde hoy seréis la Diplomática de Irae Hécate. Atended la Embajada vos, yo voy hacer lo que mejor sé y me gusta... ¡Ir a la Guerra!.-
Sus ojos como platos me persiguieron hasta perderme de vista cerca de los Astilleros.








Buenas batallas contra excelentes Guerreros, perdí casi 2.000 pts de Generales, pero la diversión fue excelente, ellos perdieron más... y recursos.
Me retiro a los aposentos a dormir.
Buenas noches mi Reino.