Orígenes

Despierto tras sus pasos ... mi corazón late fuerte pero a un ritmo pausado, siento con cada latido como mi cuerpo se inunda de sangre … aquel horrible presentimiento estaba a punto de hacerse realidad, tantos esfuerzos por impedir, sin interferir, el trágico destino.-
“…Zarathustra nació en la cumbre del Kebnekaise, en un pequeño refugio hecho por una naciente orden religiosa integrada por nueve miembros, eran monjes druidas celtas, quienes mantuvieron en secreto su existencia a lo largo de cientos de años, su organización era impecable, dominaban las artes sobrenaturales y los poderes de la mente y el espíritu … se decía que eran los hacedores del destino, casi nadie los conoció jamás, sin embargo, por el propio Kungsleden, atravesando el arbusto más extraño, siete pasos más, desviándose 45º hacia el atardecer, nueve horas más de caminata regular, y se podía avisorar una pequeña entrada hacia el interior de la robusta montaña, atravesando ese pórtico se ingresaba a la más perfecta y sabia de las organizaciones religiosas. Se comunicaban de manera extraña dado que los nueve sabios se dirigieron en silencio desde sus tierras originarias para crear con ayuda de sus poderosos conjuros, el lugar que recibiría y formaría al gran Zarathustra, cuyo nacimiento se había previsto con 30 años de anticipación … Cuando nació se dice que el niño no lloró, sólo se movió desesperadamente hacia los brazos de su madre y se le quedó mirando dulcemente por varios minutos, dejando escapar la que sería su única lágrima derramada … luego de su nacimiento se lo instruyó durante quince años en artes desconocidas aún para quien les escribe, Zarathustra permaneció en la oscuridad de las Cavernas durante todo ese tiempo, tiempo en el que también se le reveló su destino…”
Recordé los versos de mis maestros y mi mejilla se humedeció con una gota que no era de sangre “…Y la muerte de vuestra madre por tus manos serán vengadas, dudarás …”
Pronto sentí el regreso de mi Reina, los pasos de Zúlu eran imperceptibles, esperé, se recostó a mi lado, y fingió seguir durmiendo, inmediatamente me incorporé y salí de la habitación, caminé rápidamente hasta los establos reales, allí me esperaba Zulú disimulando su complicidad, su gran cabeza miraba al suelo y sus ojos estaban forzadamente cerrados, acaricié si frente dulcemente y le di unas palabras de comprensión lo que relajó sus músculos … respiré un poco el aire fresco de la madrugada y regresé a la habitación, mi amada se encontraba profundamente, despacio y sin perturbar su sueño le quite las pocas ropas que vestía y le obsequié las más dulces y excitantes caricias, cuando exhaló por quinta vez me levanté desnudo y salí a las galerías, miré a lo lejos del jardín y noté esa mirada burlona nuevamente … era la cabra que se reía de mi.-