Saludos y bienvenida

Aquí empieza mi historia diaria como Reina Guerrera, advierto a los pusilánimes y cortos de miras, a los que sufren la dolencia del puritanismo, que leerán las palabras de una mujer completa, dura y a la vez tan dulce que pica los dientes, pero también los rompe...
Luego no vengan con quejas, si quieren quédense y disfruten conmigo, nadie les obliga a leer.
Un saludo y tened mi compañía, aunque no siempre la visita a vuestros Palacios será de cortesía.
Todo lo aquí escrito es fruto de la fantasía de la autora, cualquier relación con la vida real, es pura coincidencia (¿o no?)


sábado, 12 de diciembre de 2009

Un día no como tantos

Mucho tiempo ha pasado ya querido diario, muchas lunas desde que acaricie por última vez con mi pluma vuestro poroso rostro. Hoy regreso a dibujar sobre tu cuerpo infinitas letras pero esta vez, esta vez no podré dejar de manchar vuestras ojas con agua salada, líquido divino no procedente de algún mar lejano donde pudimos haber desarrollado alguna nueva aventura, agua salada de mis ojos, porque lo que debo contaros amado diario, aún no ha sucedido, sin embargo ya ha sido escrito en las hojas del destino, hoy sabrás de mi más catastrófica derrota, hoy me sabrás traidor, débil, pequeño; hoy conocerás las anti-virtudes que tiene vuestro general, hoy escribiré un futuro jamás pensado por mi, pero antes debo poneros al día porque mucha agua ha corrido bajo el puente y cosas pasadas debo antes contaros:
Mi reina viajó, muy lejos se fue llevándose consigo nuestros amados hijos, tatukovik mi valeroso amigo también partió, al haber cumplido su misión. Mucho tiempo ha transcurrido y muchas cosas han cambiado, grandes guerreros han muerto en batallas unos, por la daga del tiempo otros y hemos quedado muy solos los legendarios caballeros de epsilon, las tácticas de guerra no son las mismas ya, hoy debemos esforzar nuestro ingenio para atravezar las fabulosas murallas ideadas por los más eruditos arquitectos ... Mucho ha cambiado ... Mi amada reina hoy es más poderosa y amada que nunca, en otros mundos extendió su poder y magnetismo divino, hoy con dioses se reune a cuidar y encausar las conductas de aquellos mortales que olvidan las sagradas escrituras, hoy mi reina ya no es mi reina ... Hoy es algo mucho mayor, hoy es mi diosa y la de muchos más, hoy su brillo opaca nuestra pequeña existencia, ella está con nosotros nos acompaña y guía, a nosotros y los otros, hoy mi reina vive experiencias que este pobre general no comprende pero admira.
I-H ha crecido y ha reunido lo más granado de epsilon, los guerreros y guerreras que hoy nos acompañan han demostrado ser los mejores entre los mejores, el objetivo de I-H se ha cumplido: la realeza ha plagado nuestras filas, reyes y reinas, príncipes y princesas se han sumado a nuestro sueño, con ellos también han llegado un cúmulo de pasiones, sentimientos, deseos y ambiciones ... y la guerra ... Nuestro poder provocó la envidia de otros pueblos y guerras fueron declaradas en nombre de Hécate ... Hasta aquí querido diario he resumido lo pasado y prometo luego retomar el relato y explatarme en las grandes historias ya vividas pero ahora es momento de hablar del futuro, mi humanidad esta partida, mi alma triste y mi razón confundida, las prolongadas luchas han dejado en mi piel marcas dolorosas y un indescriptible cansancio; pero ello no es freno para servir a Hécate y a mi reina ... La partida de mi amada hacia otros mundos, su crecimiento en las artes divinas, su experiencia y sabiduría ha golpeado como su legendario látigo en lo profundo de mi alma creando una herida de la que salen horribles alimañas: los celos de verla disfrutar con otros experiencias y aventuras; la codicia que me hace quererla sólo para mí sin entender que no existe ni existirá ser humano o divino que algún día pueda enlazar su delicado cuello con las cuerdas de la pertenencia; la trequedad que confunde mi verdadero sentir ... Todas estas alimañas brotan por aquella herida y me transforman en otro ser distinto al que era ... Todo lo que os cuento amado diario hace que mi razón confunda premisas y falle en sus conclusiones el espejismo del egoísmo me hace cometer errores imperdonables.
Pero los dioses son sabios y me han bautizado Zarathustra como aquel profeta y como aquel emprenderé mi retiro hacia la caverna del ermitaño comenzare una vida de solitaria meditación esperando que los dioses me iluminen y quiten de mis venas ese veneno que oscurece mi sangre y confunde mi corazón, emprendo hoy mi viaje hacia el silencio absoluto esperando así poder escuchar la verdad, hoy camino rumbo a la oscuridad total para así volver a agradecer a los dioses hasta el más mínimo de los destellos, se que me entenderán aquellos que me conocen ...

sábado, 22 de agosto de 2009

La Reina regresa (I)

Contemplo desde la proa de mi espolón a vapor, acercarse las costas de mi querido reino.
Detrás cientos de barcos de guerra, pertenecientes a mis tropas navales, sueltan cañonazos anunciando mi llegada, los marineros vitorean y montan jarana en las cubiertas, a sus gritos de alegría se unen los que se oyen desde tierra, el pueblo de Epsilon está contento y lo celebra, regresa su amada Reina.


Largos tiempos han transcurrido desde que partí rumbo a lejanas tierras, graves acontecimientos se estaban sucediendo en nuestro mundo, seres malignos llenos de oscuros y perversos deseos, promovidos por lo celos hacía mi Real Persona, empezaron a extender sus largas garras, ansiosas de un poder que jamás tendrían con honor y nobleza, el mio como Reina absoluta de Epsilon.
Grandes Líderes y Guerreros empezaron a caer por doquier, unos muertos en contienda, enfrentándose al negro horror que se avecinaba, otros se dejaban seducir por el falso cantar de sirena, que les prometía reinos y poder sin límites.
La corrupción y la muerte comenzó a correr por Epsilon como una plaga divina, pocos quedarían a salvo.

Por ello mi marido tomó una decisión salomónica, tendría que partir al mundo Ny con nuestros amados hijos, para salvarnos de los acontecimientos venideros.
Me intenté negar, estuve días implorando su magnanimidad para quedarme a su lado en tiempos difíciles, él estaba aun débil y me necesitaba, pero su decisión era firme:
- Pero querido, Tatukovik cuidará de ellos perfectamente, vos estáis aun convaleciente, no podéis enfrentaros a este caos en nuestro reino solo....-
-No- Su respuesta era siempre tajante y cortante, sus ojo revelaban dureza.
Pero un echo aconteció aquella noche...

Reposábamos los dos haitos de amor cuando las alarmas de ataque sonaron por todas las tierras de nuestro dominios.
¡Soldados enemigos llegaban a nuestras costas!

Presto nos vestimos con nuestros atavíos guerreros, vi a mi amado esposo tomar su poderosa espada, inmediatamente le cogí la mano deteniéndole....

-Quedaros...- Me miró con gesto severo.
-Por favor, dejadme ir sola, pronto no tendré oportunidad de entrar en contienda.-

Volvío a posar sus profundos ojos en mi, pero bajó su espada y me dio la espalda.

-Id.-

Corrí rauda hacía la puerta de los aposentos presurosa de encontrarme con mis milicias, pero aun pude escuchar su voz profunda:

-Pero tened cuidado.......-

En mis cuarteles todo era frenesí y gritos excitados.

Los soldados querían sangre y la tendrían, hoy pondría toda la rabia e impotencia que guardaba.
Observe preocupada que el enemigo traía más tropas que yo, pero confiaba en mi gente, eran feroces, más sabía que la batalla sería terrible.
Quedé helada cuando vi al que encabezaba al enemigo, era un ser horrible, androgino, una trinidad aberrante, parecía una mujer, pero realmente era una bestia infernal.


Más no nos amilanamos a pesar de la diferencia de tropas y nos lanzamos a la batalla con todas nuestras fuerzas. Sabíamos que sería a muerte....
Y realmente lo fue...
Para el enemigo, tras una larga batalla de horas, salimos triunfantes...


Pero sabía que volvería y con toda su furia y maldad, era un ser del averno sin piedad.


miércoles, 15 de julio de 2009

La Verdad

En ese instante, de la embarcación comenzó a descender una mujer de una belleza indescriptible, vestida con túnicas de seda su cabellera brillaba como la miel acariciando su cintura en cada movimiento, cuando pisó tierra firme giró y comenzó a caminar hacia mi, rápidamente decenas de guerreras ágiles como tigresas la rodearon de tal manera que solo dejaban al descubierto su rostro, se acercó a mi, me miró a los ojos y un escalofrío recorrió mi espina hasta la base de mi cráneo...Fácilmente pude notar que no eran habitantes de Epsilon, sin embargo esa imagen me era familiar...-Fuerte y valeroso Rey de Reyes, seguramente me recordarás y sabrás quien soy en cuanto revele el motivo de mi visita, os pido que me acompañes, caminemos a las afueras de la ciudad el humo me asfixia, mis súbditas y vuestros aldeanos mientras hablamos apagaran las ultimas llamas de tu ciudad...Seguí a mi invitada obligada hacia donde ella se dirigía, su andar era firme sus pasos seguros su cuerpo seguramente había sido tallado por el autor de la mismísima Venus, su perfume tenía esencias nunca antes percibidas por mortal alguno sin embargo todo en ella me era familiar pero el dolor de mi cuerpo y las heridas en mi cabeza impedían mi concentración ... sólo esperaba acudir a mi Reina para que cure mis heridas y me de tranquilidad y sabiduría para sobrellevar este trágico momento.--Aquí llegamos poderoso Zarathustra mírame a los ojos y verás la verdad ... hace varios años mis mejores guerreras lograron capturaros, cruzaron los mares y abandonaron este mundo para llevaros al mío, una vez allí tu me conociste y os hice mío, de nuestra unión fue concebido un ser divino, nuestro hijo, lo he educado como nade ha sido educado hasta hoy, su sabiduría era total, su fuerza incomparable, su habilidad en todas las artes conocidas era única, los mejores magos le transmitieron sus trucos, un ser casi divino sería el heredero de nuestros reinos, sin embargo había algo pendiente en su vida, siempre quiso conoceros y ser vuestro hijo, luchar a vuestro lado no pudo esperar el momento y tampoco pudo soportar la ansiedad. Mediante un Hechizo logró poseer un espíritu vagabundo y someterlo a sus deseos con el tiempo ese espíritu se transformó en su esclavo y lo envió a seguiros, al pertenecer al mundo de los muertos no podía atravesar los umbrales de nuestro mundo en su forma etérea por lo que debió hacerlo en la forma de un ser vivo, fue así como nuestro hijo logró que su espíritu esclavo viajara a Epsilon en una forma mortal. Una horrible cabra fue el vehículo desde el cual observaba a su padre, lo admiraba, aprendía de las anécdotas que vuestros soldados contaban, conoció a vuestra reina y a sus soldados sabía todo de ti, llegó a amarte y a admirarte, os habíais transformado en su obsesión de vida, hasta ese momento nada hacía pensar que algo malo pudiera ocurrir, sin embargo un día observó como concebíais tu y tu reina a vuestros hermosos gemelos y algo en la cordura de nuestro hijo se rompió, su locura no tardó en volverse demencia absoluta y el amor que sentía por vos en odio se transformó, gritó a los dioses e insultó a sus hijos, desafió a reyes y violó todas las leyes que antes había respetado, luego de causar las atrocidades más retorcidas que un ser puede imaginar, atravesó el portal sagrado y se dirigió con su ejercito maldito con rumbo a vuestras ciudades. Ocultos en un manto de invisibilidad se filtró en vuestras filas y mató a cada uno de vuestros fieles súbditos, degolló a vuestros soldados y a cada ciudadano que invocaba vuestra ayuda, los edificios fueron destruidos y convertidos en cenizas, nada quedó en pie, sin embargo no logró cumplir su misión no encontró a vuestros hijos y tampoco se atrevió a quitaros la vida ... es por eso que he venido a cuidaros de nuestro hijo, ahora debo dejaros fundaré mi ciudad entre tu reino y el de Madrewicca, vuestra amada, poco a poco creceré y, si me aceptáis, tendré el honor de jurar fidelidad a Hécate y buscar junto a ella a nuestro hijo...Cuando terminaba de comprender lo que me había sido revelado ya me encontraba solo rodeado de arbustos, confundido y dolorido, no podía creer lo sucedido, me dirigí al Templo de Hécate a buscar un poco de cordura y a comentar lo sucedido a mi amada Reina...

(By Claire)

Hoy es el día del encuentro con la Reina y Zarathustra, mi pecho agitado no deja de darme indicios de lo inquieta que estoy. No creo poder ganarme fácilmente su confianza, no dejarán de asociarme al dolor que les ha causado salpicarse en el lodo de sangre del pueblo y tierra de sus ciudades…
No, no me lo perdonarán.
Debo convencerlos: estoy de su lado. He llegado hasta estas tierras apenada por el comportamiento de mi amado hijo Alex, que no ha hecho otra cosa que vengar sus sentimientos más nefastos. Despiadadamente, de la manera más baja y miserable, dejó sólo ruinas del imperio de Zarathustra,


Mis doncellas han preparado mis mejores trajes de seda y me los han tratado delicadamente con esencias florales, para que escoja uno. Elegiré el blanco. Anita ha retorcido mi cabello y lo ha tomado con una guirnalda de flores.

Necesito luz, y mientras camino hacia la ventana veo esos niños jugando derrochando alegría y no puedo dejar de recordar a mi Alex, con sus rizos de sol cayendo sobre su frente, mientras correteaba a algún insecto…
Te recuerdo así, mi pequeñito con tu generosa sonrisa iluminando mis días de oscura soledad, te recuerdo así y evocarte es una espada de dolor que atraviesa mi cuerpo.

Siento cólicos de muerte en mis entrañas colándose entre mis costillas
Hijo mío, ¿dónde estás? ¿por qué te ocultas? ¿qué has hecho?
Entiendo tu ira, comprendo tu desilusión, cómo no iba a comprenderte si eres un pedacito de mi y hasta te me pareces en lo testarudo… Pero no puedes destruir un reino por eso hijo mío…ni pretender el exterminio de tu propia sangre.


Cuando solicité la entrevista para comunicar la profunda angustia por la actitud de mi niño ante la Reina y el general Zarathustra, no sospeché siquiera que iba a sentir este abrazo asfixiante de la duda…¿acaso estoy traicionando a mi propio vientre?


Y mientras seguía murmurando junto a los fríos cristales…
-Ya es hora, mi Señora- asintió la dulce Ana
-Estoy lista, salgamos ya- respondí

Durante el camino no emití sonido, sólo podía ver el rostro de Alex con esa mirada intrigante, preguntándome por su padre. Al fin y al cabo, era sólo un niño deseoso de un amor que no encontró…
Si buscamos culpables…y una lágrima rueda lentamente por mi mejilla…

-¿Se siente bien mi Señora? ¿Desea que detengamos la marcha?-
-No, Ana- respondí sin dejar lugar al diálogo

Ana es mi fiel doncella de compañía personal, conoce cada uno de mis poros y también mis miedos y miserias. Sabía que antagónicos sentimientos se enfrentaban esta tarde en mí.

Llegada al Palacio, enfrente de MadreWicca y Zarathustra apenas pude decir palabras, el silencio invadió reiteradamente el frío y oscuro lugar.
Es claramente evidente que MadreWicca no confía ni confiará en mí.
Es claramente evidente que no he podido dejar de contemplar los ojos de Zarathustra, ni un instante, una y otra vez, como aquella noche…

lunes, 22 de junio de 2009

Se develan misterios ...

...Despierto golpeado, mi boca besando el frío y negro mármol de la habitación del palacio de mi capital, logro incorporarme con mucho esfuerzo, siento un dolor fuerte en mi sien, una gota de sangre recorre mi frente y logra bañar uno de mis ojos tiñendo mi visión de un pálido color rojo, camino hasta los balcones más cercanos a mi recámara y aterrado contemplo lo peor ... mujeres, hombres y niños cientos de miles de cadáveres en las calles de mi reino, la destrucción es absoluta, las academias destruidas y mis sabios investigadores asesinados en los jardines babilónicos, ni un rastro de vida en mi capital, a lo lejos cruzando el canal que separa mi capital de mi segunda polis logro divisar un humo aún mayor del que desprende la hoguera en la que se ha convertido mi ciudad principal corro con las pocas fuerzas que me quedan hacia lo más alto de la torre más alta de palacio y desde allí logro ver lo que me temía ... seis columnas de humo negro se elevaban hasta tocar el cielo todas mis ciudades devastadas ... a lo lejos logro divisar una pequeña embarcación algo maltrecha pero de una construcción grandiosa y nunca antes vista por mis ojos en los mares de Epsilon, seguramente traerá noticias sobre lo sucedido...
Me encuentro esperando ansioso en el puerto a la magnífica embarcación, acompañado de un grupo de habitantes fieles que lograron sobrevivir a la masacre pero que no pudieron explicarme lo sucedido ... ninguno de mis soldados sobrevivieron ninguno de mis acorazados, no tengo ejercito ni flota, no hay sabios en mi isla, nadie sabe explicar lo sucedido, deambulan como cuerpos sin alma, seres sin sombra ...
La embarcación arriba al puerto y dos hombres que logro identificar descienden y amarran la embarcación, luego descienden cuatro hombres más ... los seis vestían ropas hechas con telas producidas en los telares reales, llevaban mi escudo por lo que los reconocí fieles y los recibí:
-Bienvenidos hermanos me temo que he de preparar mis oídos para escuchar las noticias que nunca esperé tener que recibir, por favor no necesito detalles solo digan lo sucedido cuales fueron los daños...
-Mi señor, mi nombre es Cleto, hombre cauto a cargo del archivo de la ciudad de París, conmigo vienen Ciro de Seyshelles, Rafael de Campiña, Felipe de Arraga, Dino de Polis la isla flotante y Cayo de la ciudad que habíais construido al sur del palacio de vuestra Reina ... al amanecer de este día nos despertamos en esta embarcación logramos intercambiar palabras y lamentablemente debemos informar a vuestra alteza que han destruido todas y cada una de vuestras ciudades logramos ver jinetes encapuchados vestidos de negro en corceles endemoniados, asesinaron a todos los habitantes, lograron sorprender a todo nuestro ejercito y encerrados los quemaron vivos, no sobrevivió nadie, ningún edificio quedó en pie, sólo dejaron con vida a un habitante de cada isla, aquí nos veis, y encapuchados nos dejaron en una balsa a la deriva, cuando pensamos que era nuestro final esta embarcación nos recogió y una hermosa señora nos alivió las heridas con suaves palabras ...
En ese instante, de la embarcación comenzó a descender una mujer de una belleza indescriptible, vestida con túnicas de seda su cabellera brillaba como la miel acariciando su cintura en cada movimiento, cuando pisó tierra firme giró y comenzó a caminar hacia mi, rápidamente decenas de guerreras ágiles como tigresas la rodearon de tal manera que solo dejaban al descubierto su rostro, se acercó a mi, me miró a los ojos y un escalofrío recorrió mi espina hasta la base de mi cráneo...
Fácilmente pude notar que no eran habitantes de Epsilon, sin embargo esa imagen me era familiar...
-Fuerte y valeroso Rey de Reyes, seguramente me recordarás y sabrás quien soy en cuanto revele el motivo de mi visita, os pido que me acompañes, caminemos a las afueras de la ciudad el humo me asfixia, mis subditas y vuestros aldeanos mientras hablamos apagaran las ultimas llamas de tu ciudad...
Seguí a mi invitada obligada hacia donde ella se dirigía, su andar era firme sus pasos seguros su cuerpo seguramente había sido tallado por el autor de la mismísima venus, su perfume tenía esencias nunca antes percibidas por mortal alguno sin embargo todo en ella me era familiar pero el dolor de mi cuerpo y las heridas en mi cabeza impedían mi concentración ... sólo esperaba acudir a mi Reina para que cure mis heridas y me de tranquilidad y sabiduría para sobrellevar este trágico momento.-
-Aqui llegamos poderoso Zarathustra mirame a los ojos y verás la verdad ... hace varios años mis mejores guerreras lograron capturaros, cruzaron los mares y abandonaron este mundo para llevaros al mío, una vez allí tu me conociste y os hice mio, de nuestra unión fue concebido un ser divino, nuestro hijo, lo he educado como nade ha sido educado hasta hoy, su sabiduría era total, su fuerza incomparable, su habilidad en todas las artes conocidas era única, los mejores magos le transmitieron sus trucos, un ser casi divino sería el heredero de nuestros reinos, sin embargo había algo pendiente en su vida, siempre quiso conoceros y ser vuestro hijo, luchar a vuestro lado no pudo esperar el momento y tampoco pudo soportar la ansiedad. Mediante un Hechizo logró poseer un espíritu vagabundo y someterlo a sus deseos con el tiempo ese espíritu se transformó en su esclavo y lo envió a seguiros, al pertenecer al mundo de los muertos no podía atravezar los umbrales de nuestro mundo en su forma etérea por lo que debió hacerlo en la forma de un ser vivo, fue así como nuestro hijo logró que su espíritu esclavo viajara a Epsilon en una forma mortal. Una horrible cabra fue el vehículo desde el cual observaba a su padre, lo admiraba, aprendía de las anécdotas que vuestros soldados contaban, conoció a vuestra reina y a sus soldados sabía todo de ti, llegó a amarte y a admirarte, os habíais transformado en su obsesión de vida, hasta ese momento nada hacía pensar que algo malo pudiera ocurrir, sin embargo un día observó como concebíais tu y tu reina a vuestros hermosos gemelos y algo en la cordura de nuestro hijo se rompió, su locura no tardó en volverse demencia absuluta y el amor que sentía por vos en odio se transformó, gritó a los dioses e insultó a sus hijos, desafió a reyes y violó todas las leyes que antes había respetado, luego de causar las atrocidades más retorcidas que un ser puede imaginar, atravesó el portal sagrado y se dirigió con su ejercito maldito con rumbo a vuestras ciudades. Ocultos en un manto de invisibilidad se filtró en vuestras filas y mató a cada uno de vuestros fieles súbditos, degolló a vuestros soldados y a cada ciudadano que invocaba vuestra ayuda, los edificios fueron destruidos y convertidos en cenizas, nada quedó en pie, sin embargo no logró cumplir su misión no encontró a vuestros hijos y tampoco se atrevió a quitaros la vida ... es por eso que he venido a cuidaros de nuestro hijo, ahora debo dejaros fundaré mi ciudad entre tu reino y el de MadreWicca, vuestra amada, poco a poco creceré y, si me aceptáis, tendré el honor de jurar fidelidad a Hécate y buscar junto a ella a nuestro hijo...
Cuando terminaba de comprender lo que me había sido revelado ya me encontraba solo rodeado de arbustos, confundido y dolorido, no podía creer lo sucedido, me dirigí al Templo de Hécate a buscar un poco de cordura y a comentar lo sucedido a mi amada Reina...

viernes, 29 de mayo de 2009

Lejos de mi Reina

Mi cabellera, que hace bastante tiempo había empezado a copiar en su color los destellos de mi espada, caía sobre mi frente, mis ojos rodeados de finas hendiduras que adornaban su circunferencia, en resumen todo mi ser curtido por los huracanes del tiempo contemplaba a uno de los seres más perfectos jamás visto, en sus pupilas podía augurar miles y miles de loas en su nombre, gritos de júbilo, sacrificios, ofrendas y años de gloria …
Mientras permanecía impávido observándolo sentí como sus manos, lentamente, se enredaban en mis cabellos y de repente con una fuerza impropia para su edad tiró de ellos como si de riendas se trataran, acercó su pequeño rostro y mordió fuertemente mi nariz, provocando un dolor lleno de ternura y admiración … suavemente lo recosté en su lecho y me marché.
La elección del lugar fue muy difícil pero más arduo fue encontrar al grupo de personas, hombres y mujeres de todas las edades, todos ellos dueños de la mayor sabiduría sobre cada arte y ciencia, la suma del conocimiento humano a cargo del adiestramiento y educación de tan pequeño ser …
La guardia imperial había sido descartada, los aliados también, debíamos elegir cuidadosamente al guardián y protector de tan importantes criaturas, de repente mi pensamiento se vio interrumpido por el inconfundible aullido del gran caballero elegido…
-…Hermano Zarathustra aquí estoy como os he prometido y traigo conmigo lo que me habéis encomendado …
-…De prisa Tatu que no resisto un segundo más…
De uno de los bolsillos de la impecable y única montura de su yegua (nunca he visto, por cierto, a Tatukovik montar sobre otro animal que no fuera yegua), extrajo un pequeño cofre de cuero negro, rápidamente me lo entregó, al abrirlo encontré el pañuelo de mi amada Reina, con ambas manos lo tomé y lo fundí en mi rostro, con los ojos cerrados aspiré a través del tramado de la seda más fina y pude revivir todas las sensaciones que alguna vez tuve junto a ella.
Tatu era un noble general, más nos unía el hecho de que nuestras espadas se habían chocado buscando cada una la muerte de quien las empuñaba, al verlo podía percibir el honor en su estado puro.
Nos pusimos al tanto de lo sucedido en el mundo y cada uno siguió con su deber, yo inmediatamente me encaminé hacia el Este, donde había fundado mi nueva Ciudad, mi antigua capital había sido destruida por consejo de mis ancianos brujos, una maldición había sido descubierta y nacía de los cimientos del antiguo palacio de aquella capital, de aquella ciudad solo queda el recuerdo del inicio de mis días…
Hécate había traído a nuestra alianza a poderosos y sabios miembros, de a poco el manto de la Diosa va cubriendo Epsilon y conquistando nuevos corazones.-
Extraño a mi amada, hoy libraría una batalla en su nombre …

Vuelta a la vida

Desde la ventana de mis aposentos veía toda la inmensidad de mis Dominios.
Se había extendido considerablemente mi poder, nuevos palacios y nuevas gentes llenaban mis Embajadas.
I-H empezaba a despuntar en Epsilon y sus miembros iban a la par.
Hacía poco me habían nombrado parte del Consejo de Sabios del Mundo 5, todo un honor, pero muchísimas responsabilidades que me alejaban un tanto de mi gente y de mis amadas batallas. Incluso hacía tiempo que no disfrutaba de la compañía de mi esposo. Por eso, aquella tarde esplendorosa de primavera, cuando me fue anunciada la visita de un noble Guerrero, sentí que se alegraba mi alma.
Las puertas de mis aposentos se abrieron a mis espaldas, la voz infantil y algo nasal de mi criadilla anunció con la voz egolatrada por el momento:
- Señora, el General Tatukovik solicita audiencia.-
Sin volverme, la ordené que le dejara pasar.
Las pisadas del caballero sonaban fuertes y decididas, giré lentamente y me encontré ante la figura de un poderoso Señor de la Guerra., sin dudarlo, avanzo hacía mí postrando su rodilla y besando el sello Real que lucía en la mano derecha.
- El General Tatukovik, presenta sus respetos a la Reina.-
- Y esta soberana se siente complacida de recibir a tan inestimable amigo, levantaros, querido Tatukovik, vos no debéis arrodillaros ante mí, más bien debería hacerlo yo como admiradora vuestra.-
Le cogí amablemente su poderoso brazo y le acompañé hasta el diván, donde nos esperaban ricos manjares y livianos vinos.
- Estáis hermosa como nunca, si me permitís el atrevimiento, veo que el parto de vuestros dos hijos, no ha hecho mella en vuestra gentil figura… -
Mis hijos, la frente se me nubló con tristes recuerdos, trague saliva y rogué a los Dioses fuerzas para no llorar ante tan penoso recuerdo.
- Perdonar mis palabras, veo que os traje dolor con mis palabras…-
- No voy a mentiros, querido Tatu, aun tengo clavada la espina de la separación de mis dos hijos, sé que es mejor para ellos estar lejos de aquí, su seguridad es lo primero, son los herederos de la Dinastía del Rey. Pero como madre, aun oigo sus lloros por los pasillos de Palacio y mis pechos reclaman sus pequeños labios con terribles pinchazos… La vida es siempre muy cruel, te da, pero te quita el doble.-
- Siento veros sufrir de esa manera, desde hoy os doy mi palabra que protegeré a vuestros hijos con mi vida.-
- Gracias amigo, dormiré mejor sabiendo que vos veláis también por ellos.-
- ¿Y pasáis esta pena sola? ¿No os acompaña vuestra amiga y Diplomática SamSara?-
Sonreí ante la pregunta falsamente inocente de mi visitante.
- No, está haciendo labores en las dependencias de su esposo XT_Latino.-
Su gesto se volvió ácido, como si mordiera limones, sabía perfectamente que bebía los vientos por mi hermosa Diplomática y no desaprovecharía ninguna oportunidad de conquistarla.
La tarde pasó plácida y amena, éramos dos viejos amigos charlando del mundo…
Decidí que debía volver a ser la que era….
Mañana la Reina sacaría sus tropas.

martes, 5 de mayo de 2009

Determinación final

Mucho he meditado en esto tiempos de cambios.
La vida a dado una vuelta de tuerca más a mi presente y futuro inmediato.
En el trascurso de estos días, vi caer Grandes Soldados, algunos viven maltrechos, otros yacen muertos y enterrados..
Mil ideas bullen en mi mente.
Una bestia negra alberga en ella y me hace tener ideas obsesivas de muerte, sangre y batalla.
Quiero salir a la contienda y sembrar el terror, segar vidas, arrasar, quemar...
Necesito volver a sentirme viva dando muerte.
Reúno a mis ejércitos y vamos a la caza, todos los objetivos con más de 5000pts en Generales.




Está anocheciendo cuando vuelvo a casa, mi ropa esta llena de sangre y apesta a cadáver. Estoy cansada pero en paz conmigo misma, la semilla que empezaba a nacer en mi interior, ese demonio rojo asesino ha sido aplacada con numerosas víctimas.
Me siento algo mareada y mi estomago quiere jugar a saltarse las normas éticas de una Dama, retengo lo que se avecina.
Apenas me da tiempo de poner un pie en mis Dominios cuando me avisan de un ataque por mar...

Uno de los soberanos vencidos me devuelve la visita.
Que sea bienvenido a mis Tierras.


Poca carne para esta Reina, todo acaba en una simple ronda.
Un vahído me nubla la vista y el mundo se vuelve blanco luminoso ante mis ojos. noto que caigo y el suelo me parece agradablemente acogedor, antes de cerrar los ojos y dejarme llevar a ese paraíso del olvido, creo oír gritos hacia mi persona...
Luego todo se vuelve PAZ, al fin...

sábado, 2 de mayo de 2009

Renacer...

Hace meses que no concilio el sueño, mis fuerzas no son las mismas, trato de observarme en el reflejo del lago maldito que rodea la caverna del destino … pero no logro verme, por más estática que esté el agua mi reflejo siempre se ve perturbado por algo … quien soy, que me sucede…
Deambulo por los pasillos, por los caminos, no soporto la compañía, no tengo deseos, me he transformado en un ente … perdiendo mi identidad, mis sueños …
Pude darme cuenta de que nuestra diosa Hécate tiene dos nuevos seguidores, sin embargo endemoniadamente no he logrado comunicarme con ellos, ni darles la bienvenida como es mi costumbre, que me sucede grandísima Hécate, caigo de rodillas frente a su imagen y presiono mi cabeza con ambas manos, lloro de desesperación y furia, grito sin emitir sonido, mi cuerpo comienza a temblar a transpirar, siento como un fuego sale de mi cuerpo, de mi boca un vaho putrefacto abandona mi cuerpo, estoy sintiendo como Hécate libera mi ser del terrible hechizo que seguramente me había sumergido en este letargo …
De pronto alzo mi vista, me encuentro nuevamente frente al lago del destino, mi cuerpo se siente liberado, mi mente pretende sentirse de la misma manera, casi todo en mi trata de volver a la normalidad, mis ojos se nublan, pero no es por ellos sino por una bruma que mágicamente cubrió la superficie del agua … quedé absorto al observar como un cuerpo perfecto, cubierto por una fina y delicada gasa translúcida se acercaba hacia mi flotando sobre el vapor logré distinguir los rasgos de nuestra suma sacerdotisa Samsara, se acercó hasta quedar a una nariz de distancia de mi cuerpo … posó sus manos sobre mi cabeza y tomándola con firmeza la acercó a sus pechos, me dio de beber unas gotas de su ser y luego me separó de si arrojándome a la hierba húmeda, cundo me incorporé nuevamente ya todo había pasado, fue como despertar de un largo y horrible sueño, Zarathustra había regresado…
Pude darme cuenta de muchas cosas, luego del incidente trágico del que no quiero hablar, fui objeto de un trabajo maléfico que me anuló de tal manera que puso en peligro hasta la relación con mi amada … pero ahora era un hombre nuevo, sentía en mi boca el sabor del deseo, el deseo de vivir, de cumplir con mi destino … siento en mi espalda un golpe que me vuelve a la realidad … por mi nariz entraba aire fresco, me sentía vivo, giro sobre mi y veo a Zulu que esperaba ansioso que suba en su lomo, conocía mi próximo destino …
Cabalgamos sobre el viento, riéndonos sin sentido … solo una pequeña molestia sentía en mi nuca, como si un par de pequeños ojos se me clavaran, al mirar de reojo hacia atrás, logro ver en lo alto de la colina un pequeño cuerno y un par de ojos rojos … es la maldita cabra que vuelve a vigilar mis pasos…
En pocas horas nos encontramos frente al monumental palacio de mi reina, el lugar estaba cuidadosamente desierto, las puertas gigantescas del ingreso principal se encontraban abiertas, dejé a mi fiel corcel pastar en los jardines y me dirigí a paso firme a los aposentos de MadreWicca … al subir por las escalinatas dejé que mi mano recorriera la fina madera que hacía de pasamanos, fue como revivir los años pasados, nuestro primer encuentro desafiante … sus palabras y su mirada provocadora, recordé a esta mujer que conquisto mi corazón desde el primer día en que la ví…
Estaba recostada en su lecho, desnuda, tranquila … abrazaba unos cojines apoyando con gracia infantil su mejilla izquierda, haciendo que su boca simulara un beso estático y dulce … me quité mis vestiduras, el deseo que sentía era infinito, su delicado pie era el comienzo de una figura divina, sus piernas dibujaban los sinuosos caminos de la gloria, sus manos parecían siempre dirigidas a tocarme por más quietas y dormidas que se encuentran, sus brazos presionaban sus pechos firmes como rocas y dulces como fruto maduro, su cuello era el altar de la belleza y sus ojos … sus ojos … sus ojos se entreabrieron clavándose en los míos ... comenzó una especie de danza litúrgica, se puso de pie sin esfuerzo sobre su lecho, tomé su mano y ambos nos acercamos, luego sus piernas se enredaron en mi cintura y comenzó a acariciar mi cuerpo con sus manos, lentamente descendía, me encontraba de pie y como siguiendo los pasos preestablecidos de alguna especie de ritual divino…
Giró sobre mi cuerpo besando cada parte de mi cuerpo, luego de una hora exacta de caricias y besos de separó de mi y gateando como una felina se dirigió al centro de su cama, pude sentir como en mi espalda corrían unas pequeñas gotas de sangre … eso me excitó aún mas, pude ver sus uñas como dejaban huellas rojas en la seda … me lancé sobre ella y con una figura habilísima logró evitarme y cayó sobre mi, ambos nos reíamos como niños, sus dientes se clavaban en mis hombros mientras apretaba sus pechos contra el mío … mis manos apretaban sus glúteos como tenazas y girábamos en un remolino de deseo contenido …
Sus ojos brillaban como los de una niña que recién comenzaba a adentrarse en los placeres de la carne … luego de otra hora de lucha nuestras bocas se encontraron, nos paralizamos, hacía mucho tiempo que esto no ocurría nuestros ojos se fundieron en una sola mirada, los labios se rozaron y sin pensarlo se unieron en un beso infinito, ambos probábamos nuestra saliva y la bebíamos extasiados fue un beso que se extendió por horas, nuestro cuerpos siguieron la suerte de nuestros labios … sentí como el fuego invadía mi ser desde la cintura hacia el resto … nuestros brazos cual cadenas atrapaban el momento, nuestra respiración adquirió un ritmo desenfrenado, compartíamos el aire por nuestras bocas que no se separaron ni por un instante, nuestros cuerpos ardían de tal manera que pude notar como una pequeña lengua de fuego se elevó hasta desaparecer en el alto techo de la recámara …
Cinco horas ininterrumpidas llevábamos cumplidas cuando de repente ambos nos retorcimos en convulsiones de pacer nuestras uñas se clavaron en las espaldas del otro, nuestros labios se separaron para poder tomar un último respiro de aire fresco, permanecimos estáticos unos segundos y luego nos desmoronamos el uno sobre el otro absolutamente agotados, por los pasillos se escuchaba una especie de sonido … eran las campanas del templo que anunciaban la alineación de las nueve estrellas de la vida …

jueves, 30 de abril de 2009

La llamada

Llegó el alba a la Embajada y las puertas de mi alcoba se abrieron de par en par. Un hombre de aspecto cansado y sudoroso me miraba fijamente.

-¿Cómo osáis entrar así en la alcoba de una dama? ¿Qué es eso que tales formas requiere?

-Lo siento, mi señora, pero la Reina ha convocado una reunión urgente con vos en Palacio.

Le miré desconcertada. Me apresuré en arreglarme para la cita, y al mismo tiempo pensaba en el motivo de la misma. ¿Querría la Reina un informe de mis últimas labores diplomáticas? Los últimos días en la Embajada habían sido tranquilos, y esas no acostumbraban a ser las formas de mi Reina. No... debía de ser algo urgente, pero ¿qué?

Salí atropelladamente escoltada por el mensajero que había venido a mi encuentro. No cruzamos ni una palabra en todo el camino, absorta como iba yo en mis pensamientos.

Llegamos a Palacio y allí me sorprendió descubrir que el lugar de la reunión eran los aposentos de la Reina. El asunto era personal, urgente y, según temía, grave. Un escalofrío recorrió mi espalda.

Subí las grandes y hermosas escaleras con manos temblorosas y, tras recorrer un largo pasillo, me hallé frente a la puerta. Llamé tímidamente. Una voz respondió desde dentro:

-Pasa, Samsara.

Abrí la puerta y encontré a mi Reina sentada en una de las sillas colocadas a modo de recibidor en la habitación. Tenía el semblante serio, apagado, y vestía aún la ropa de cama.

-Toma asiento.

Hice lo que me pidió, al tiempo que entraba una doncella para ofrecerme algún refrigerio. Decliné la invitación con un gesto, instándole a que nos dejase solas.

-¿Qué ocurre, Majestad?

-Si te he hecho llamar no es en calidad de diplomática, sino en calidad de amiga. Necesito tu ayuda.

-Claro, mi señora, ¿en qué puedo serviros?

-Te he mandado llamar de forma tan urgente porque mi amado Rey se ha ido y no tardará en volver. Ya sabes cuánto le amo... y cuánto deseo hacerle feliz. Pero sé que esa felicidad no será completa hasta que no consiga darle un heredero. No me lo dice, pero a veces su silencio habla más que su propia voz. Samsara, conozco tus dotes de hechicera... Sé que sólo tú puedes ayudarme.

-Pero, mi Reina, ¿estáis dispuesta a dejar de combatir? Lo lleváis en la sangre, sería como dejaros sin aire para respirar.

-Está decidido. ¿Podréis hacerlo?

No eran sólo sus palabras, sino sus ojos los que me rogaban. Quería ocultar sus lágrimas, pero ya era tarde y se echó a llorar en mis brazos.

-Lo haré, mi Reina.

lunes, 27 de abril de 2009

Bienvenida a I-H

Hoy vuelven abrirse las puertas de Palacio bajo aires alegres de fiesta, hay que celebrar que mi amado a vuelto a la vida y la llegada de nuevos miembros a la Alianza, la hermosa Suma Sacerdotisa de Hécate Vesta, procedente de las lejanas tierras de Kappa y a al Gran Guerrero Joe, destinado a la Alianza, tras servir en las legiones de otra Honorable Reina Epsiliana.
Destilo energía y vitalidad, la vida vuelve a sonreírme y necesito desahogar esos malos momentos de incertidumbre.
La preparación del Evento ocupa mi tiempo y me llena de buen humor, compruebo la limpieza y decoración de la Sala Hécate, cada detalle importa, al menos para mi, reviso el menú en las cocinas, como siempre es excepcional y los aromas que salen de las ollas cociendo en los fogones, embriaga y abre los sentidos.
Ordené el desayuno del General y yo misma acudí a llevárselo.
Aun se le ve algo pálido, pero empieza a parecer el que era.
Intenta agarrarme, pero le evito con una gentil figura.
-Guardaros para la noche mi General.-
Y llega el momento esperado.
SamSara, XT_Latino y Odiseo Laertiada nos esperan en el Gran Salón de Hécate, me agrada verlos y compartir juntos buenos momentos, excelentes Guerreros y mejores amigos.
Recibimos a los nuevos miembros, Vesta posee la belleza de una Diosa Griega, hetaira perfecta de los sueños de cualquier mortal, Joe tiene la figura de una escultura, rostro esculpido en piedra, frío y mortal, extremadamente masculino, seguro que es un gran amante.
La cena trascurre con cordialidad, casi todos nos conocemos en la intimidad y los neófitos se distienden al calor de la bebidas espirituales.
El crepúsculo inunda la sombras, es el momento de iniciar en los ritos a los nuevos miembros.
Me levanté y alcé la voz.
-
Es la hora de Hécate-
La luna dejaba entrar rayos de plata que creaban una atmósfera extrañamente atrayente, me dirijo a mi nuevo Guerrero, me arrodillo a su lado y nuestras caras quedan separadas por poco centímetros.
-
Joe, ¿estáis preparado para recibir a Hécate?-
-
Si para algo nací, mi Reina, es para este momento.-
-
Venid, pues...-
Le cogí de la mano y llevándolo a uno de los rincones más a apartados del Salón, necesitaba intimidad, me molestaba ser observada por mi marido.
Nos reclinamos cómodamente en las alfombras, le observé detenidamente, era un hombre muy atractivo, casi podría decir que guapo, noté su respiración entrecortada y eso me agradó, estaba excitado.
Lentamente me fui despojando de mis vestiduras bajo la llama de sus ojos, cuando emergí como Venus el día de su nacimiento, el aliento casi le faltaba, con un susurro apenas perceptible, pregunté:
-
¿Estáis seguro Joe del paso que vais a dar?-
Más sus labios no se abrieron para contestar, si no para apoderarse de los míos, buscando mis sabores con ansia, me imaginé que era un sí y me entregué con pasión a los juegos que me pedía mi Diosa...
No me había equivocado, Joe era un amante experto, criado en las escuelas más exclusivas de Epsilon, su saber era digno del mismísimo Zeus, gentil, generoso y atento, conocedor de la anatomía femenina, consiguió de mí metas increíbles y el placer fue mutuo, tanto recibí, como dí y Hécate tubo a bien deleitarnos con sus Misterios varias veces durante el trascurso de la noche.
Al amanecer, hermosa como solo puede ser una mujer recién amada, abandoné los brazos del amante y busqué los de mi marido.
Se hallaba solo bebiendo vino, el rostro mostraba un cierto rictus serio, me acomodé en su regazo y besó mi pelo.
-
Hueles a él.-
-
Shhhhh, no digas nada, durmamos, amanece ya y esta Reina necesita unas horas de sueño.-
Pero no dormimos, hicimos el amor hasta que el sol estaba tan alto, que su luz hería nuestro ojos fatigados.
Iriae Hécate ha crecido.
Bienvenidos a su Templo.


sábado, 25 de abril de 2009

Tiempos difíciles

Mi Señor estuvo enfermo, la peor de las enfermedades intentó llevárselo de mi lado.
Días de intensa lucha contra el mal casi me vuelven loca, le veía agonizar, retorcerse de dolores, aullar como un lobo y nada, ni nadie podía calmar su tortura.
Su piel se tornaba de un color negro y las extremidades se oscurecerían con tonos purpuras, el sudor le empapaba y mover aquella mole sola era una tarea harto dificil, había echado y condenado las puertas a toda la Corte para evitar el contagio y un mal mayor.
Doce días permanecimos enclaustrados, con medidas extremas, solo rotas para proporcionarnos alimento y agua fresca, durante este tiempo vi luchar a mi marido contra el mayor de sus oponentes, la Oscura Muerte.
Por fin un día amaneció me nos febril, sus ojos ya parecían mirar con cordura y me reconoció, me dedico una sonrisa, le dí agua y se durmió sin agitaciones.
Agotada y apunto de la extenuación, comencé a lavar su cuerpo para que descansará mejor y descubrí bajo su axila derecha un gran bulbo que había roto y expulsado su mal.
Comencé a llorar, últimamente lo hacía demasiado, y me encomendé a la Gran Hécate, mi esposo se había salvado, esa era la señal que la Peste Negra remitía.
Ese día conseguimos dormir los dos.

miércoles, 22 de abril de 2009

La Peste...

No puedo borrar de mi mente la mirada de mi Reina ... sus ojos dejaron marca en mi ser y en mi alma, cada parpadeo azotaba mis más humildes pensamientos tornándolos pobres e insuficientes. Aún así tomé valor y la seguí a nuestra habitación, nuestro paso era felino y pausado, aún quedaba energía para descargar, las ultimas fuerzas...
Llegamos al lecho y el tiempo se detuvo, los movimientos eran muy lentos pero decididos, cada caricia era una pincelada en el cuadro del destino, cada suspiro eran brisas de primavera despertando las flores de espinas más afiladas, continuamos hasta ya avanzada la mañana y, por mi parte, agoté mis energías mortales, permanecí postrado casi inconsciente, había llegado al extremo ...
Previsiblemente mi reina, de un poderío casi divino, ya no se encontraba en palacio, había partido en busca de emociones bélicas..., envidiaba y admiraba tanta fuerza era un ángel astuto y desobediente, cuasi divino...
A duras penas me puse de pie, el sol se encontraba en lo mas alto y no había sombras en la tierra que pisaba ... mis pies estaban descalzo y fríos, mi cuerpo vibraba a un ritmo frenético e imperceptible, mis ojos casi estaban nublados, llegué al cuartel y comenzaron las palabras, sentía como miles de lenguas trataban de llamar mi atención, mi cabeza se resistía extrañamente a escuchar, el calor del sol calentaba mi capa las moscas agregaban un ingrediente desagradable que causaba dolores horribles en mi sien, cuando estaba a punto de sumergirme en mis piscinas, siento un fuerte dolor en la planta de mi pie derecho, era un trozo de escudo empapado en sangre fresca, traido accidentalmente anclado en un carruaje, luego de las visitas matutinas a los pobres pueblos vecinos ... logré caminar nueve pasos hasta alcanzar mi sillon de descanso y allí me desvanecí...
Sorpresivamente no pude volver a incorporarme, rápidamente me trasladaron a las cavernas de mis fieles monjes druidas subterráneos, una extraña orden desconocida de la que ya hbrá oportunidad de hablar.
Una vez allí escuché la sentencia definitiva que explicaba mi estado "...La Peste"
Era laprimera vez desde mi llegada a este mundo que sufría alguna enfermedad ... logré escribir a mi reina una epistola comentándole mi estado, mi cuerpo ardía como la lava y mi aliento pestilente revelaba que el pequeño enemigo merecía mis respetos...
Luego de varios conjuros y la ingesta de preparados extraños de sabores hediondos, se sentó a mi lado el sacerdote supremo de la orden quien me invitó a madurar mi espíritu, debería permnecer postrado durante un ciclo lunar completo ... si logro sobrevivir mi cuerpo se habrá vuelto casi indestructible, lo que significaba un valioso premio a mi agonía ... si no sobrevivía ... que los dioses se apiaden de mi alma si eso sucede...

viernes, 17 de abril de 2009

Después del placer viene el trabajo

Cerca del mediodía despierto en mis aposentos, en el lecho se halla mi esposo descansando plácidamente.
Me encanta observarle dormido, se le ve tranquilo y en paz consigo mismo.

Es un hombre muy íntegro, cabal y justo, el amor que siento por él suele hace daño por lo intenso que es, pero merece la pena, pocos hombres llenaron mi vida como él lo hace, es perfecto compañero de batalla, de charla y de lecho, lo tiene todo, ¿que más puedo pedir.?
Darle un heredero, pero... No se si podré, mi vientre parece hecho de piedra y dudo tener el amor filial que merecería, aunque me place la idea, me asusta, mi madre murió en mi nacimiento, quizás yo tenga su estrella, es un paso harto dificil que tengo que decidir y más después del trauma reciente vivido.
Me aseo y desayuno con prisas, necesito salir al combate, hoy toca saqueos.
Tardo un rato en encontrar un rival digno y aunque ataco alguna vez pequeños, prefiero perder tropas y divertirme en batalla, más cada vez quedan menos, en mi punto de mira un Monarca con 4 k Generales, a una hora de camino, mando espías con alto riesgo, pero si entran hacen boquete, si no, da igual que se entere, pronto me verá llegar...
Bloqueo sin problemas, las tropas terrestres invaden poco después, saqueo sin mucha resistencia, mandé soldados de más, así que repito viaje con el personal más ajustado, para recuperar lo invertido...



Volvemos a casa un poco defraudados, no hubo la batalla que queríamos, cuando estaba a punto de regresar a Palacio, me avisa mi Comandante de las Fuerzas Armadas que tenemos "visita".

Estudio el informe completo, es el Monarca que ataqué, me devuelve gentilmente la visita, son 43 navales y llegan en... ¡¡Siete horas y media!!
Mis carcajadas se oyen por todo el astillero, me da tiempo ir y volver por varios saqueos y así lo hago.
No ha sido gran cosa, pero dará oro y alimento para el pueblo unos días.



Estoy emocionada con el ataque que me hacen, pero pienso, ¡un momento.! En cuanto asomen a puerto se darán la vuelta sin entrar. Tengo demasiado barcos y no se enfrentarán a ellos. Decido darle una lección, así aprenderá a elegir mejor sus victimas.
Calculo cuando tardarán mis barcos apostados en esa ciudad a otra mía más próxima, justo son 25 m.
Los mando y dejo vacío el puerto...
El enemigo llega ya en el tiempo estimado, mando los navíos de regreso:

Tienen una diferencia de entrada de 6 segundos, es el final... Para él.

Le mando un mensaje:
-¡BU!.-
Nunca me contestó.
Esa noche celebramos la victoria de parranda con todos mis soldados en las tascas viles del puerto, allí puedo se una más, no la Reina, eso sí, consigo que a la cabra la dejen fuera con una buena pinta de cerveza para su coleto. pero fuera.
Me como la noche con mi soldados y el ron.

(Dedicado a las féminas del Club del Tanga Guerrero)

El Imperio de los Sentidos

Anochece en los dominios de Hécate, hoy sentiremos en nuestros cuerpos mortales una muestra de su agradecimiento ... la luna en cuarto creciente se muestra sugerente y en las nubes, que a penas se distinguen en el cielo oscuro, se puede leer el futuro de ésta, la primera reunión oficial.-
El Templo-Palacio erigido en nombre de la Diosa vibra mágicamente como si comenzara a cobrar vida propia, uno a uno ingresamos en sus recintos como si penetráramos en el mismísimo vientre de Hécate.-
Luego de los recibimientos protocolares, resabios de formalidades innecesarias que arrastramos de nuestro paso por las normalidades mortales de otras comuniones, nos dirigimos a dar inicio al banquete cuidadosamente preparado por nuestra anfitriona.-
Los ingredientes delicadamente tóxicos de los exóticos platos servidos comienzan a hacer efecto en nuestro organismo, sensaciones puras e indescriptibles dominan nuestros actos y destruyen nuestras inhibiciones carnales, nuestros movimientos se hacen más lentos y perfectos, nuestras miradas despiden furia, fuego, deseo, gloria...
Inmediatamente me acerco a Odiseo, nuestro flamante miembro, su figura me inspira a competir con él, sorprendentemente nuestros pensamientos se cruzan y logramos comprender lo que en ese momento nuestra Hécate pretende de nosotros, desafíos en su nombre, probarnos hasta el extremo, pulverizar lo último que quede de nuestra antigua vida sensorial y abrirnos a nuevas experiencias.-
Casi sin pensarlo la hermosa Samsara se encontraba fundida entre nuestros cuerpos, Odiseo y quien les habla la rodeábamos dejando espacio para que ella dibujara con sus movimientos figuras alegóricas de placeres milenarios ... mientras, Odiseo comprendió el mandato, debía, pese a mi contraria voluntad humana someter a mi Reina ante mis ojos ...
Sin romper el ritmo de la escena Odiseo se dirige a MadreWicca viendo que el fabuloso XT descansaba ya pleno ...
Mientras Odiseo tomaba a mi mujer entre sus brazos, XT se dirigía a las piscinas subterráneas donde se encontraban nueve de las más perfectas esclavas de Epsilon, logré seguir con la mirada sus pasos hasta verlo sumergirse en las aguas templadas con cuatro de aquellas ninfas infernales...
Sin darme cuenta y por sorpresa Samsara explotó frente a mis ojos acaparando casi toda mi atención ...



Sus ojos se encendieron y adquirieron un brillo tenebroso, se encontraba absolutamente poseída, sus manos dirigieron mis movimientos desde ese momento, mi cuerpo se arqueaba ante la fuerza que ella ejercía en mi, mientras me sumergía en las aguas turbulentas de lo sublime alcancé a observar como Odiseo producía un gesto de dolor en mi Reina, semejante escena sólo me dio una fuerza que nunca antes había experimentado, el abrazo crecía al ritmo de mi eventual amante, mis músculos se hinchaban y mis dientes se fundían en la carne ajena ... Cuando el desenfreno había alcanzado el límite de lo imaginable una frescura invadió mi ser, una brisa leve, pero helada logró detener el tiempo, el placer indescriptible alcanzado, mezclado con la furia, el odio, los celos, el gozo, y todas las sensaciones y emociones conocidas, juntas, se fusionaban en el regalo de Hécate ...



Samsara de un salto se puso de rodillas a mi lado como tigresa a punto de devorar a su presa, admiré su torso desnudo y su cabeza perfecta girando hacia atrás observando a su amado XT, agazapada observé como se alejaba en su búsqueda dispuesta a cazarlo ...
Odiseo, quien había terminado con mi mujer, se alejaba siguiendo los pasos de Samsara ... permanecí mirando a los ojos a MadreWicca, reprochándonos, admirándonos en silencio, ambos habíamos sentido el regalo divino, el Imperio de los Sentidos ...

jueves, 16 de abril de 2009

El Beso de Hécate

El Palacio de Parcas amaneció lleno de vida y ajetreo, se estaba preparando para la 1º reunión de los Miembros de Irae Hécate.
Somos pocos, pero elegidos entre los que cumplen los requisitos establecidos por la Diosa, Guerreros perfectos de élite que se van a consagrar plenamente a su Misterio.
Hemos recibido muchas solicitudes, pero pocos serán los admitidos.
Acondicionamos para el evento uno de los más grandes salones de Palacio.


Las cocinas también hierven en actividad, manjares dignos de reyes empiezan a surgir de sus fogones, de entrantes magnificas ensaladas con féta, aceitunas, caviar, anchoas y otras de detaramosaláta, de principal, exquisitos
casu marzu con leche de Cerdeña, tiropitta, spanakopitta, kreatopitta, como platos fuertes kotópoulo y brochetas de souvlákia, de postre queso mizithra y kaséri, dulces y pasteles de hojaldre con nueces y miel.
Todo regado con los mejores caldos blancos y rosados del Peloponeso.
Al anochecer llegan mis estimados compañeros, SamSara con su esposo XT-Latino, que por fin la ha seguido en esta aventura de iniciar una nueva Nación, poco después llega Odiseo Laertiada, el General sale a recibirle personalmente para darle la bienvenida con honores de guerrero, es el más reciente en la Alianza y debemos romper el hielo, será uno más dentro de poco....
El festín se prolonga hasta altas horas de la noche, el ambiente es distendido, hablamos de batallas ganadas y perdidas, de amigos nuevos y otros dejados en el camino, le bebida espiritual hace mella en nosotros. poco a poco el ambiente se vuelve más intimo, una gran carga de sensualidad llena el recinto impregnando a los presentes, mi esposo y Odiseo se encuentran tumbados en las gruesas alfombras custodiando a la bella SamSara, la empiezan hacer cómplices de sus preces como varones, ella se deja mimar y a mí me corre un relámpago momentáneo de celos, el General solo tiene ojos para ella...
Sumida en mis negros pensamientos observo acercarse a XT_Latino, lleva un cuenco de cerezas tan rojas como el pecado en sus manos, sus andares son de pantera, es elástico y viril, sus ojos negros como el azabache brillan de forma extraña, son ojos de brujo que te atrapan y te hipnotizan.
Se arrodilla a mi lado con esa gracia que llena todo su cuerpo.
-¿Que os pasa mi Reina? Os noto demasiado seria.-
Le sonrío y hago un gesto con la cabeza.
-Nada mi buen Latino, ya pasará...-
Él muerde entre sus inmaculados dientes una gruesa cereza y acercando su cara a la mía, me la ofrece, sus labios son perfectos y muestran una sonrisa pícara, lanzó una fugaz carcajada y me sumerjo en su mirada, sus boca es mas dulce que la misma fruta, que estalla, llenándonos de su sabor divino, mi Guerrero tiene sabia la lengua y me hace sentir su sapiencia con destreza, antes de sumergirme en la lava del deseo, miro a mi esposo, él también me observa, no se definir su gesto ya que las acciones de Latino me hacen volver a ese mundo de placer de los pocos Elegidos....
Nos estamos entregando todos a la Divina Gracia de Hécate, exclusiva para Guerreros que no temen la Muerte y saben entregarse con alma y cuerpo a todos los placeres de la vida, sacamos el máximo partido a todo, vivimos al límite, sabemos que quizás mañana cualquier enemigo acabará con nosotros, el infinito extremo es nuestro punto de partida...
Latino me ha dado el máximo placer, excelente soldado y amante, yo le devuelvo tanto como él me da, nuestros cuerpos se buscan y se encuentran, el clímax nos hace olvidar quienes somos y donde estamos, la Reina es ahora mortal y Latino su parte viva.
Impregnada aun de gozo, Odiseo se acerca a nosotros, deja a SamSara sola en manos de mi esposo, por la cara de ambos veo que su encuentro es en altura gratificante, el General es un artista pintando en el cuerpo de las mujeres, el negro resquemor de los celos vuelve a fruncir mis sienes.
Nuestro nuevo soldado me coge en sus brazos como si no pesara nada, es casi un gigante, me dedica una sonrisa cordial, su voz tiene la profundidad del trueno, sé que llegará lejos, tiene el don de la victoria en su destino.
- Aun casi no he tenido el placer de hablar en privado con vos, mi Reina. ¿Vais cómoda?-
-Nunca tuve mejor trono.- Me agarro a su cuello, pero mis manos parecen diminutas y apenas puedo rodearlo.
Me deposita con sumo cuidado dentro de una gran bañera termal que hice traer de Alejandría, ambos nos agrada sentir el agua caliente y perfumada.
-Sois muy bella, si me lo permitís...-
-Viniendo de alguien como vos, es un verdadero placer querido amigo.-
Y no le miento, para reafirmar mis palabras, las manos recorren curiosas su cuerpo, él reconoce el juego y se presta voluntariamente a las caricias, comienza a participar activamente explorando los misterios que guardo con sabiduría, es maestro en estas lides, mi primer suspiro le hace adentrarse más en su aventura.
Hago un mapa con sus piel, más me detengo asombrada, el tesoro que guarda me inquieta, retiros las manos y exclamo con gran duda:
- Mi estimado Odiseo, creo que vos sois demasiado buen Guerrero para mi.-
Me coge presto de la cintura haciéndome sentarme sobre él, el agua nos hace ser livianos, floto ligera como la brisa, pero es fuerte y me sujeta firme contra él.
-No os preocupéis mi Señora, vos dejarme hacer a mi...-
Y le dejé...
Y nací y volví a morir, me llevo a límites insospechados hasta que creí que el placer me mataría, pero revivía.
Al final, mordí mi lengua para sofocar un grito que pugnaba por salir desde lo más hondo de mi misma.
El dolor y el sabor metalizado de la sangre me hizo recuperar un estado casi de normalidad.
Miré sus ojos, el miró los míos y todo siguió con un ritmo de loca dulzura.
Ya al amanecer, mandé traer nuevos alimentos, todos andábamos agotados, pero llenos, de las batallas vividas.
Me dirigí al grupo, ya como Reina y no como amiga:
-Habéis sido iniciados en los Grandes Misterios de nuestra joven Alianza, ya estáis preparados.
Ahora a los que quieran iniciarse advertirles de lo que se les exigirá y a los enemigos... A los enemigos darles el Beso de la Muerte de Hécate.-
Así terminó la 1º reunión de los Irae Hécate.









miércoles, 15 de abril de 2009

Paseos por Epsilon

Tras un día de forzoso descanso por el varapalo sufrido, decido seguir con la lección a los integrantes de esa Isla maldita.
Esta vez me vuelvo más prudente, la locura que sufí de rabia me costo bien cara.
Voy a por todos ellos de golpe, con todo mi poder, no hay saqueo solo Muerte:




Les mando un mensaje:
Hace dos día recibí un espía procedente de tu Isla, he atacado a todos los que estáis en ella, si vuelve a pasar, volveré, pero esta vez os visitare en todas las ciudades.
Un saludo y buen día.
Cuatro habitantes quedan sin tocar, son miembros de mi anterior Alianza, espero que no halla sido ninguno de ellos.
Regreso a Palacio cansada, no consigo recuperar del todo mi antigua fuerza, debo descansar una temporada y reposar, lo quiera o no.
Pasa el día despacio, me aburro, decido hacer un fugaz viaje al Forum donde nos reunimos todos los habitantes de Epsilon, es terreno neutral y no dejan pasar armas, los Custodios son severos, el no cumplir las Normas de Vida Ikariam te condenan al destierro per vidum.
Voy directa al Salón de los Combatientes, allí siempre están las mejores Guerras y Guerreros de Epsilon, la crem de la crem.
Veo el reportes de batallas, hay dos que me causan júbilo, la caída de un tirano fanfarrón que basó su Imperio en mentiras e involucrar otras alianzas con sus artes marruñeras, pero su estilo era tan mediocre que al final quedo a los pies de mis queridos KAM.
En una de las tribunas está Rey David, Líder grande donde los halla, está firmando una Paz y declarando otra Guerra, son valerosos los Perros, hace tiempo que no veo a su General y tengo gana de ello, quizá pronto le visite en sus Islas.
Acudo a la taberna a refrescarme algo, viejos amigos me rodean, grata charla, mejor compañía...
Esta es la magnifica gente de aquí...¡¡Brindo por tod@s ell@s!!


lunes, 13 de abril de 2009

Operación "...si la miras te quemas..."

Debí ausentarme del palacio de mi reina, su estado ya no era tan crítico luego de los trágicos incidentes ocurridos días atrás, sin embargo su sensibilidad se encontraba a flor de piel, noté como cuando me marchaba intentó ocultar sus pechos detrás de una sábana, la que lograba sostenerse sobre su cuerpo debido al terrible frío que erizaba su piel y otras cosas ... me marché riendo bajo ante el impensado pudor que demostrara mi amada en una situación tan infantil.-
Precavido dejé al pequeño Fermin, mi querido aprendiz quien con su pequeñez podría ocultarse y controlar que todo esté en orden...
Cabalgo rápidamente por las laderas del volcán, llego a mi pequeña colonia donde se encontraban reunidos todos mis generales, chequeamos la tropa, preparamos estrategias para eventuales batallas y cerramos otros asuntos de estado, planeamos la estrategia de promoción para el levantamiento de la moral de los soldados y de apoyo económico de nuestros más acaudalados burgueses quienes ya se encontraban abriendo nuevos puntos de venta en lugares remotos de Epsilon ...
De pronto, no habiendo transcurrido aún ni cinco horas de que partiera del palacio de mi amada, Fermin acude como un rayo ante mi, con una mirada de pánico logra atraer mi atención y nos alejamos del grupo...
-...Horror mi Señor, lo peor ha sucedido ...
A duras penas podía tragar saliva, sus ojos no habían podido parpadear desde su arribo por lo que sus globos oculares permanecían casi secos, de un golpe en la sien con mi palma extendida logré que los humedeciera ... Plaf.-
-Habla pequeña protuberancia del suelo no ves que el tiempo es valioso
-Señor ..... señor .... estaba yo oculto tras las grandes estatuas de Odin que se encuentran en los preciosos jardines de MadreWicca cuando vi una sombra ... rápida como la luz, que atravezaba todo el camino hasta el palacio ... perdiéndose dentro ... mi corazón casi explotó, empuñé la daga que me habéis obsequiado y traté de interceptarlo, su paso no dejaba rastro, se encontraba encapuchado, pero logré intuir su dirección ... los aposentos de la Reina, al llegar la puerta estaba a penas abierta y logré escabullirme por el espacio que dejaba ... una vez dentro de ese magnífico recinto advertí como esa tenebrosa figura observaba con ojos lascivos a vuestra señora que se encontraba recién dándose un baño, traté de continuar observando, lentamente rodee al intruso para tratar de distinguir su rostro, el brillo de su lengua que con un movimiento perverso mojaba sus labios me horrorizó y mis ojos se cegaron al ver dentro del baño a la reina absolutamente desnuda, rápidamente di un grito incontrolable y tapé mis ojos con todas mis fuerzas ... lo que oí luego fue a vuestra señora que gritó y puso en fuga al atrevido invasor ... me llamó tiernamente al verme de rodillas y con los ojos cubiertos "...ya puedes abrir tus ojos pequeño Fermin..." me dijo dulcemente, la miré a la cara y su expresión era la de aquellas mujeres que han revelado un secreto prohibido: "...cuenta lo sucedido a tu señor yo debo salir a vengar mi honor...", cuando estaba saliendo de su habitación vi en el suelo una moneda de plata, en su cara tenía una inscripción "ROMA" ... sin dudas mi señor el espía vino de esa ciudad, y por lo preparado y profesional que fue en su faena me atrevo a afirmar que proviene de los dominios del Gran Ner...".
-Bien hecho pequeño, habéis cumplido un servicio muy valioso ahora ve y descansa un poco, pronto saldremos.-
Seguramente mi amada ya se encontraba en plena batalla, la conozco demasiado para dudarlo, sin embargo, hacerlo sin antes consultármelo es una imprudencia absoluta, más aún con la ira del momento ... Deberé apoyar su decisión.-
Al llegar al palacio de mi adorada mujer, la encuentro recostada sobre las escalinatas de marmol del ingreso principal, la sangre bañaba los lustrosos bloques ... más alejados cientos de hoplitas maltrechos y cabizbajos, la tomé entre mis brazos y la llevé a los baños reales ordené que la asearan y le dieran sus curaciones, marché rápidamente a mis cuarteles, al llegar mi ejercito ya estaba listo, antes de abandonar los dominios de mi reina me reuní con el almirante de su poderosa flota y le ordené que apoyara mi inminente embestida, ellos llegarán a tiempo para permitir el ingreso de mis soldados...
Tres ráfagas de soldados excesivamente sedientos de sangre y venganza partieron a Roma ... Nos encontramos con una defensa divina, las unidades boketeras trabajaban como nunca tratando de vencer la muralla más poderosa a la que nunca antes se habían enfrentado en lo alto de la torre más alta observaba el gran Nerón, general y sobrino del poderoso Ner... el enfrentamiento se prolongó por seis largas batallas, terminando así con la resistencia y clamando la victoria y venganza, sin embargo, ante el honor demostrado en batalla no se permitieron la carga de los barcos de saqueo, sólo cada uno llevó en sus alforjas lo que pudieran en modo de honorarios y premios por su victoria ...
Mientras mis soldados terminaban de recorrer las calles de roma demostrando su poderío a modo intimidante, yo permanecí fuera de las murallas y me dirigí a beber agua de las famosas vertientes que abastecen la ciudad, al agacharme a beber un trago, siento unos pesados pasos ... era el mismísimo Ner... habló:
-...Que triste este día General Zarathustra, aún no comprendo el motivo de estas innecesarias batallas, podrías si es de vuestro beneplácito, hacerme comprender vuestras, seguramente validas, razones..
-Mi estimado y magnífico Emperador, vos sabéis bien los motivos, alguien de tu ciudad se ha llevado del palacio algo que no le pertenece, ha robado algo más preciado que la vida misma, ha robado una imagen que sólo pocos están autorizados a contemplar, mi Reina ... tu me entiendes...
-La verdad no mi noble General, sin embargo no descansaré para probar vuestro error, y si ha pasado realmente, aunque no haya sido de mi parte, también me siento culpable por haber permitido que de esta isla haya partido ser tan despreciable... id en paz General Zarathustra, vuestra es esta victoria.-
Me marché a rearmar mi ejercito, seguramente tendré más acción en estos días ... cuantas intrigas me dejó este noble caballero, espero tenerlo de amigo en el futuro...