Saludos y bienvenida

Aquí empieza mi historia diaria como Reina Guerrera, advierto a los pusilánimes y cortos de miras, a los que sufren la dolencia del puritanismo, que leerán las palabras de una mujer completa, dura y a la vez tan dulce que pica los dientes, pero también los rompe...
Luego no vengan con quejas, si quieren quédense y disfruten conmigo, nadie les obliga a leer.
Un saludo y tened mi compañía, aunque no siempre la visita a vuestros Palacios será de cortesía.
Todo lo aquí escrito es fruto de la fantasía de la autora, cualquier relación con la vida real, es pura coincidencia (¿o no?)


viernes, 3 de abril de 2009

Todo cambia?

Por fin termina el día, recostado al costado de mi reina finjo dormir mientras la observo de reojo como acaricia su legendaria daga con incrustaciones de huesos de dragón en la empuñadura, siento como su mirada trata de penetrar en mi mente para extraerme el secreto que guardo, la ansiedad le provoca unos resoplidos graciosos y el ruido de sus dientes al rechinar hace temblar las siete espadas que tiene colgadas en las paredes de su habitación, siento que si muevo un músculo esta hembra me dejará la espalda calada y sangrante.-
Permanece observandome mucho tiempo y yo vigilando sus imperceptibles movimientos felinos, soy consciente de que lo que acabo de darle no calma su infinita sed animal, el temblor del lecho me lo recuerda, su cuerpo necesita guerra de todo tipo y yo esta noche no quise darsela ... cuando lo intenté ... la imagen de mi raptora desconocida se aparece ante mi como un fantasma y me anula, me siento un corderito, visité a mi amada para encontrar refugio y poder dormir, sabiendo que al hacerlo impediría el sueño de mi Reina...
-...GGrrfffteeeevvoyy ammmllltttrrr ...hhommmnbfgre despresgfffddble,
Es el sonido minúsculo que emite mi señora por entre sus dientes, una sensación graciosa casi me hace reir pero mordí mi lengua fuertemente para evitar provocarla...
Cuando amanecía sentí como azotaba la puerta al abandonar la habitación ... pobres sus nuevas víctimas, su odio quedará marcado en los pueblos que hoy visite, me visto y salgo presuroso a continuar con mis deberes.-
Al llegar al lugar donde sucedió lo de aquella noche los pelos de mi nuca se erizaron, estaba siendo observado por más de dos ojos, aminoro mi marcha y acomodo mi capa para que noestorbe la empuñadura de mi espada, mi caballo también presentía algo fuera de lo normal ... de pronto entre los arbustos salta un ser hacia mi, Zulu se puso en dos patas y logré sujetarme de su crin a duras penas sin perder el equilibrio ... era la cabra ... me bajé de un salto y volví a patearla, esta vez con más fuerza, el mugroso animal me miró con aires de grandeza y me propinó un escupitajo que logró colocar en mi oreja izquierda, tomé una piedra pequeña y se la arrojé quebrándole la punta de su cuernito izquierdo ... la cabra huyó con rumbo al palacio de mi reina, me le quedé mirando con ternura, algún día será mi almuerzo ... de repente siento el frío de una daga afilaísima y un brazo fino pero fuerte que me sujeta firmemente, al tomarme con más fuerza siento los pechos de mujer en mi espalda a la altura del mío ... era una mujer ... era la mujer ... era mi raptora, acercó su boca a mi oido y me susurró ...
- ... eres mío ...
Dicho esto me empujó haciéndome caer de bruces al suelo, logré incorporarme en una fracción de segundo pero ya estaba solo, absolutamente solo...
La adrenalina invadía mi ser, semejante estado obnubilaba mi mente y no me dejaba pensar coherentemente, parecía un jovencito aprendiz que comenzaba a conocer los secretos del sexo opuesto ... eso estaba mal... y mi reina, debo cuidar a mi reina, debo atenderla como se merece, no existe una igual, debo elimitar a esta bruja que me acosa.